domingo, 10 de octubre de 2010

Un hombre enamorado













Pierdes tu tiempo vilmente:
¡No podrás matar jamás el amor,
que habita en el corazón,
de un hombre enamorado!

Ni con tu ingrata ausencia,
ni con amores prestados…
¡No matarás el amor,
que habita en el corazón,
de este hombre enamorado!

Aunque, si quieres hacerlo,
córtalo todo de un tajo.
¡Mátame a mí, por favor!
¡Arranca el corazón
de este hombre enamorado!

Sólo así descansarás
de este amor tan obstinado.
Más, si luego vida hay,
aún te seguirá amando
¡el tan terco corazón
de este hombre enamorado!

18 de Octubre de 1991

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