domingo, 20 de abril de 2014

Las locuras del verbo amar



YO amo tu piel dulcísima, tus ojos brillantes, tus manos inquietas, tu gesto valiente y tus labios que, lo mismo hablan de todo y lo mismo saben callarse, lo mismo besan con morbo y lo mismo con amor prudente.

TÚ amas su piel antigua, sus ojos cansados pero llenos de sabiduría; sus manos temblorosas, su gesto seguro y sus labios que esperan tranquilos tus besos, la noche de cada día.
 
EL te ama. Tal vez porque fuiste el último tren que pasó por su vía, el último calor de sus cuatro estaciones y el espectador que aplaude el último cerrar del telón de su vida.
 
NOSOTROS nos amamos.
 
USTEDES para ustedes.
 
ELLOS para ellos.
 
YO... sólo amo tu piel dulcísima, cada noche, en mis sueños.


05 de octubre de 2013

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