domingo, 16 de diciembre de 2012

¡Felices fiestas!

El mundo está tan necesitado de la paz de la noche de navidad, que sus adornos propios cada vez los vemos más tiempo en jardines y ventanas. Faltando aún semanas, las familias se unen para embellecer la casa con pequeñas luces titilantes, brillos semejantes a estrellas espolvoreados sobre guías verdes o esferas, y ornatos que evocan la nieve. Las nochebuenas se apuran a florecer, ansiosas, y el frío del invierno nos azota desde meses antes. Mucho después del paso de la temporada, aún se ven vestidos los arbustos y las ventanas; los pesebres se quedan en sus lugares para recibir los carnavales de febrero y las flores de nochebuena se niegan a quedar verdes o sin hojas… No está de más decir que la paz de esa noche depende sólo de nosotros y de qué tan adornado tengamos nuestro corazón durante el año. ¡Felices fiestas a todos! Y si se acaba el mundo... ¡nos vemos en el cielo!